martes, 25 de mayo de 2010
El pueblo elegido
Faltan suministros en los supermercados, nosotros sabemos la razón, no rinde un producto, nosotros sabemos la causa, los políticos no encuentran una resolución, nosotros tenemos la solución, la economía esta en declive, nosotros obviamente contamos con las facultades para sacarla a flote. Es increíble, ¡sabemos de todo!, pero por alguna extraña razón (la cual no sabemos...) las cosas no salen como queremos. Es molesto ver tanto en la televisión, como en otros medios o hasta escuchar en la calle que la gente opine de temas que no tiene ni la mas mínima idea, no se informa, habla hasta por los codos de cosas ajenas a ella, defiende con vehemencia argumentos que ni siquiera entiende y sigue bajo esa misma locura a los lideres que los proclaman.
Argentinos, eso somos.
Hace un tiempo le pidieron a Julian Marias (filosofo español) que expresara lo que nosotros eramos visto desde otro punto.
Esto fue lo que dijo:
“Los argentinos están entre vosotros, pero no son como vosotros. No
intentéis conocerlos, porque su alma vive en el mundo impenetrable de
la dualidad.
Los argentinos beben en una misma copa la alegría y la amargura.
Hacen música de su llanto -el tango- y se ríen de la música de otro;
toman en serio los chistes y de todo lo serio hacen bromas. Ellos
mismos no se conocen. Creen en la interpretación de los sueños, en
Freud y el horóscopo chino, visitan al médico y también al curandero
todo al mismo tiempo.
Tratan a Dios como 'El Barba' y se mofan de los ritos religiosos,
aunque los presidentes no se pierden un Tedeum en la Catedral.
No renuncian a sus ilusiones ni aprenden de sus desilusiones.
No discutáis con ellos jamás!!! Los argentinos nacen con sabiduría !!!
Saben y opinan de todo!!! En una mesa de café y en programas de
periodistas / políticos arreglan todo.
Cuando los argentinos viajan, todo lo compara con Buenos Aires.
Hermanos, ellos son 'El Pueblo Elegido' ...por ellos mismos.
Individualmente, se caracterizan por su simpatía y su inteligencia. En
grupo son insoportables por su griterío y apasionamiento.
Cada uno es un genio y los genios no se llevan bien entre ellos; por
eso es fácil reunirlos, pero unirlos... imposible.
Un argentino es capaz de lograr todo en el mundo, menos el aplauso de
otros argentinos.
No le habléis de lógica. La lógica implica razonamiento y mesura.
Los argentinos son hiperbólicos y desmesurados, van de un extremo a
otro con sus opiniones y sus acciones.
Cuando discuten no dicen 'no estoy de acuerdo', sino 'Usted esta
absolutamente equivocado'.
Aman tanto la contradicción que llaman 'Bárbara' a una mujer linda; a
un erudito lo bautizan 'Bestia', a un mero futbolista 'Genio' y cuando
manifiestan extrema amistad te califican de 'Boludo'. Y si el afecto y
confianza es mucho más grande, 'Eres un Hijo de Puta'.
Cuando alguien les pide un favor no dicen simplemente 'Si', sino 'Como No'.
Son el único pueblo del mundo que comienza sus frases con la palabra
NO. Cuando alguien les agradece, dicen: 'NO, de nada' o 'NO'... con
una sonrisa.
Los argentinos tienen dos problemas para cada solución. Pero intuyen
las soluciones a todo problema.
Cualquier argentino dirá que sabe como se debe pagar la deuda externa,
enderezar a los militares, aconsejar al resto de América latina, disminuir
el hambre de Africa y enseñar economía en USA
Los argentinos tienen metáforas para referirse a lo común con palabras
extrañas. Por ejemplo, a un aumento de sueldos le
llaman... 'Rebalanceo de Ingresos', a un incremento de impuestos,
'Modificación de la Base Imponible ' y a una simple devaluación, 'Una
Variación Brusca del Tipo de Cambio'. Un Plan Económico es siempre,
'Un Plan de Ajuste' y a una Operación Financiera de Especulación la
denominan, 'Bicicleta'.
Viven, como dijo Ortega y Gasset, una permanente disociación entre la
imagen que tienen de si mismos y la realidad.
Tienen un altísimo numero de psicólogos y psiquiatras y se ufanan de
estar siempre al tanto de la última terapia.
Tienen un tremendo súper ego, pero no se lo mencionen porque se
desestabilizan y entran en crisis.
Tienen un espantoso temor al ridículo, pero se describen a si mismo
como liberados.
Son prejuiciosos, pero creen ser amplios, generosos y tolerantes.
Son racistas al punto de hablar de 'Negros o Judios de mierda' o
'cabecitas Negras'.
LOS ARGENTINOS SON ITALIANOS QUE
HABLAN EN ESPAÑOL.
PRETENDEN SUELDOS NORTEAMERICANOS Y
VIVIR COMO INGLESES.
DICEN DISCURSOS FRANCESES Y
VOTAN COMO SENEGALESES.
PIENSAN COMO ZURDOS Y
VIVEN COMO BURGUESES.
ALABAN EL EMPRENDIMIENTO CANADIENSE
Y TIENEN UNA ORGANIZACIÓN BOLIVIANA.
ADMIRAN EL ORDEN SUIZO
Y PRACTICAN UN DESORDEN TUNECINO.
Son 'Un Misterio'.”
¿Qué opinan acerca de cómo somos?, ¿Les parece bien que seamos de esta manera?, ¿Qué dejarían y que cambiarían?
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Me parece muy interesante la nota, no muchas veces uno tiene la oportunidad de saber que es lo que piensan los de afuera sobre la argentina y especialmente sobre el argentino. Creo que este filosofo español tiene mucha razón en algunas cosas como en que somos muy contradictorios y que siempre sabemos sobre todos los temas. coincido con gonchi en que siempre nos metemos en temas sin estar informados al respecto y hablamos sin buenos fundamentos. El texto me hizo acordar a una letra de la Bersuit que dice hablando de los argentinos "podemos ser lo mejor o también lo peor con la misma facilidad".
ResponderEliminar2 cuestiones.
ResponderEliminarLa primera tiene que ver con la costumbre que internet hace bastante sencilla de adjudicar textos falso a personalidades "cultas" que jamás los escribieron. Hay un caso muy conocido con un poema adjudicado a Borges, cartas adjudicadas a Galeano a Marcos Aguinis, a Neruda, etc. Es una acción interesante como intento de legitimación de algunas ideas o posturas que difícilmente suscribiría el autor al que se las adjudican. Este caso me parece uno de ellos.
Independientemente de este tema, la imagen de los argentinos asociada a los extremos del éxito y el fracaso es un mito que quizás sea bueno intentar romper. Intentar ver que nuestros logros no son tan malos como muchas veces nos gusta sostener y que nuestro potencial no es tan descollante como queremos creer.