lunes, 22 de marzo de 2010

Reducción del stock ganadero en el país y sus consecuencias


La política oficial en el sector tendrá consecuencias negativas futuras. Es necesario un programa para la recuperación ganadera en base a precios realistas y facilitar la exportación. O a analizar como manejan este mismo tema países vecinos nuestros como son Uruguay, Brasil, Chile o Paraguay.
La teoría del desacople de los precios internos y externos ya no es sostenible ni sustentable. Nos lleva a un cuello de botella inflacionario en el corto plazo. Uno de los objetivos de esta nota es mostrar el efecto nocivo de las intervenciones excesivas del estado.
Según evaluaciones oficiales, el stock ganadero actual es un 5% menor al del año pasado, con un incremento en el faenamiento de hembras, lo cual reduce la capacidad reproductiva futura y potencia la tendencia a la reducción de los rodeos. La retracción es aún más grave si se computa el número de cabezas en relación al número de habitantes o a la producción económica nacional.
La caída del stock ganadero se explica por la política de precios oficial. Se trata de una política de control de precios internos de la carne que se practica regulando las exportaciones y que está destinada a contener los precios al consumidor. Al cerrar prácticamente las exportaciones, toda la faena se comercializa sólo en el mercado interno. Esto es bajista en un primer momento. La reducción de las exportaciones ha logrado frenar parcialmente los precios internos pero con tres consecuencias. Una ha sido limitar el potencial exportador en momentos de aumento de la demanda mundial. Es de notar que otros países, como Brasil y Uruguay, han aprovechado las posibilidades existentes aumentando sustancialmente las ventas externas.
La segunda consecuencia es que la reducción de la producción ganadera implica acumular presiones en el sistema de precios que se manifestarán en el futuro. La tercer consecuencia es que la ganadería deja de ser rentable sobre todo en zonas mas marginales de nuestro país.
De un año a otro, la Argentina perdió 3 millones de cabezas de ganado vacuno, de las cuales 75% eran hembras en condiciones de procrear. Las vacas ocupan más de la mitad de la faena total, cuando lo normal y recomendable es que representen no más del 42%.
La cría, el sector más afectado, revelará el impacto de la crisis durante los próximos dos años, con caídas de más de 3,5 millones de terneros ofrecidos al mercado durante 2011 y 2012; dará un 25% menos de terneros que en 2009. Asimismo, los subsidios a los feed lots, base del crecimiento artificial de la oferta, caerán por su propio peso.
Si se proyecta la oferta de hacienda para faena hasta diciembre de 2010, se desprende que a partir de diciembre la oferta total caería por debajo de un millón de cabezas, con diferencias de entre 300.000 y 400.000 cabezas respecto de las faenadas durante 2009. Asimismo, la oferta de carne para los próximos dos años caerá en alrededor de 500.000 toneladas, cifra que representa aproximadamente 13 kilos menos por habitante y por año.
Como consecuencia de lo descripto, con o sin cambios en las políticas públicas, el desfase entre demanda y oferta se arbitrará con una significativa suba de los precios del ganado y, en menor medida, de la carne al consumidor y esto no ocurrirá sin fuertes conflictos con el Gobierno, que intentará, una vez más, intervenir para evitar lo inevitable. Según todo lo expuesto, ya hay analistas que preveen un aumento de la carne al público de no menos que el 40% para el año próximo, como asi también que el consumo de carne deberá bajar un 15% este año para poder compensar la reducción de 8 millones de cabezas de ganado.
La liquidación de stock ya lleva 35 meses. Este aumento en la oferta, con precios bajos, provocó que el consumo de carne llegara a ser de más de 70 kilos por habitante por año, cuando sino era de 60 kg/hab/año.
En conclusión es necesario diseñar un proyecto de país, básico y consensuado, con un norte modernizador en la concepción del Estado y la sociedad que se perpetue mas alla de cual sea el gobierno de turno. En los últimos años se produjeron cambios en el modelo ganadero del país. A la redistribución del stock ganadero, que se fue desplazando hacia zonas menos productivas del norte y el oeste del país, se sumó una caída del stock y una importante faena de hembras.
Debemos revertir con urgencia las politicas implementadas para que permitan darle rentabilidad a la actividad ganadera en todas sus etapas, cria e invernada, cuidando también el impacto del valor del kg de carne en las góndolas.
Se propone la exportación de los cortes Premium y con el sobreprecio que estos cortes consiguen en el exterior subvencionar los cortes populares en el mercado interno como hace Uruguay. De otro modo, por falta de stock, aunque el gobierno no lo quiera, no habrá carne vacuna para comprar y la poca que se consiga será con precios prohibitivos. El consumo de carne por habitante por año llegaría a los 50 kg.

2 comentarios:

  1. Luis, por favor recordá que tenés que entrecomillar y citar las fuentes de lo que esté tomado textualmente de otros lados, en esta nota no termino entendiendo qué parte escribiste vos y qué parte fue tomada de distintos medios.

    Con respecto al tema en cuestión, creo que es demasiado económico el enfoque y si este es el caso hay elementos muy importantes que no están tenidos en cuenta, como la progresiva utilización de las tierras que antes eran para ganadería y ahora se utilizan para la soja porque su rentabilidad es mucho más elevada.

    Creo que algunos temas interesantes para pensar alrededor de esta nota son:

    1) ¿Hasta qué punto es importante o es nociva la regulación de la economía por parte del Estado?

    2) ¿Quién o quiénes debería decidir sobre la política alimentaria del país?

    3) ¿Cuáles son las costumbres alimenticias de los argentinos? ¿Podrían o deberían cambiarse?

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  2. Respecto a este artículo, hay muchas cosas con las que coincido y todavía no entiendo porque pasa lo que pasa en el país con respecto a la ganadería.
    Cuesta pensar que hoy en Argentina, la ganadería esta escaseando en todos los mercados, que no exportamos carne, que ya no somos nada para los demás países como exportadores de carne vacuna.
    La verdad que si uno viene siguiendo el tema desde mediados de 2008, puede decir que esto era muy previsible y así lo dijo el presidente de la Federación Agraria Argentina, Eduardo Buzzi, a mediados del año pasado. El dijo que si Argentina no hacia una política ganadera, en el 2010 esto se iba a ver reflejado en la cantidad de cabezas de animales. Y pasó lo que dijo Buzzi, hoy Argentina perdió como dice Luis 3 millones de cabezas de animales y eso es preocupante, es una cifra impensada para el productor argentino.
    Por eso me parece elogiable lo que hace un país como Uruguay, con una política agropecuaria, que administra de gran manera la política ganadera, exportando los mejores cortes y quedándose para el consumo interno los cortes más baratos y así poder abastecer tanto a la población del país como a la mundial.
    Pero este es un tema muy complejo, que no se va a solucionar de un día para otro, por eso hay que actuar lo antes posible para que esto no siga empeorando.
    Para alguien que vive del campo y en el campo es indignante ver lo que pasa hoy en Argentina.

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